Creemos que las personas más afectadas por los sistemas políticos, sociales y económicos actuales deben desempeñar un papel fundamental en la transformación y construcción de nuevos sistemas. Sus voces se priorizarán y estarán representadas en nuestro trabajo comunitario. Trabajamos para lograr resultados óptimos en salud, bienestar social, medio ambiente y economía para todas las personas, de todas las identidades. La equidad es central tanto en nuestro proceso de trabajo conjunto como en los resultados que buscamos.

Creemos que somos capaces de lograr más cuando trabajamos juntos, que nuestra salud y bienestar están interconectados, y que al reconocer y asumir nuestros intereses compartidos podemos utilizar nuestro poder comunitario de la manera más efectiva.

Creemos en la abundancia y las capacidades de nuestra comunidad. Aprovechamos las habilidades, talentos y recursos individuales y colectivos de toda la comunidad para lograr un sistema alimentario local sólido. Organizamos y articulamos a productores locales, negocios de alimentos multiculturales, programas de asistencia alimentaria, trabajadoras y trabajadores del sistema alimentario, y consumidores.

Creemos que la honestidad y la transparencia son fundamentales para construir confianza dentro de nuestra organización y en la comunidad en general. Fomentamos una cultura de responsabilidad sobre nuestros logros y nuestros errores, y buscamos recibir las críticas con apertura y humildad. Estamos comprometidos entre nosotros, con nuestras necesidades colectivas y con nuestras metas compartidas.

Creemos que todas las personas merecen dignidad y respeto. Reconocemos el daño histórico y actual causado por la discriminación y la explotación, tanto institucional como individual, así como el impacto que esto tiene en la salud, el bienestar y las posibilidades de futuro. Buscamos ser parte del proceso de sanación dentro de nuestra comunidad, trabajando juntas y juntos hacia nuestras metas compartidas.